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El I ching
es antiguo y revolucionario, le llaman El Camaleón porque está en constante cambio, también se le conoce como Libro de las Mutaciones o Maestro de los espíritus.
Heredado por la China milenaria al mundo, ha sido considerado como libro de adivinación pero es mucho más que un oráculo.
Ha sido utilizado como libro de sabiduría por reyes y emperadores, por filósofos, matemáticos, físicos, biólogos, médicos, psicólogos, educadores y artistas, pero es mucho más que una herramienta para desarrollar estrategias, descifrar códigos o elaborar diagnósticos.
El I ching es un sistema orgánico que nos permite, a través de la analogía y de un lenguaje de imágenes y símbolos, observar lo visible y penetrar en lo invisible para volver y prevenir, para elegir opciones, para conservar la salud, mejorar las relaciones y desarrollar la conciencia.Es una energía que se nos da para ser utilizada.
Es una experiencia.
el I ching en el planeta Tierra
Ias enseñanzas del hombre en el Camino
por césar yáñez
libro de 352 páginas, publicado en 2016, donde el autor, a través de textos y dibujos, narra las aventuras de Sol verde en su afán por descifrar el Libro de las Mutaciones, su encuentro con El hombre en el camino, Maestro que lo inicia en un periplo sin fin, las clases que va recibiendo frente a la pizarra, de las cuales nos hace cómplices presenciales, y las clases por la calle, en el bar, en los viajes.
Dice Ignacio Betancourt en el prólogo:
"Diversidad de géneros literarios instauran el presente discurso, sueños como cuentos llenos de realidades intangibles pero definitorias, poemas de versos invisibles materializados en la página, asonancias y consonancias impredecibles, estrofas canónicas y recién nacidas, recipientes narrativos para lo figurado, crónicas de larguísimos instantes, representaciones dramáticas, ensayos de lo desmesurado. Inesperadas consideraciones, siempre oportunas revelaciones en medio del humo de cigarrillos o tragos de vino cuando alumno y maestro dialogan. Las palabras asombran y se asombran, nunca más vivas que en lo ambivalente".
césar yáñez